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En ediciones anteriores, más de 2.300 jóvenes, de 1º a 4º de la ESO, se han beneficiado de este proyecto, impartido por expertos en cada una de las materias, divididas en tres bloques temáticos: fenómenos globales: la migración; drogas y TIC
Financiado por el Cabildo de Gran Canaria, desarrollado por la Asociación Cultural y Social Trib-Arte y organizado por la Fundación que depende de los estibadores de Las Palmas, la octava edición del proyecto ‘¡Tú decides?’ ofrece talleres para alumnos de 1º a 4º de la ESO del IES Simón Pérez.
Durante esta semana y la próxima continuará la octava edición del proyecto ‘¡Tú decides?’, orientado a fomentar en los adolescentes, de entre 12 y 16 años, a través de distintos talleres, una actitud solidaria con los migrantes y su propia percepción de ciudadanos globales, así como conocimiento de las drogas y sus consecuencias o el efecto de la huella digital. Formación extracurricular, iniciada en octubre de 2024 en esta edición, en el IES Simón Pérez, en el barrio de Cruz de Piedra de la capital grancanaria.
Se trata de una iniciativa organizada por la Fundación Belén María, dependiente de los estibadores de Las Palmas, financiada por el Cabildo de Gran Canaria y desarrollada por la Asociación Cultural y Social Trib-Arte que, en años anteriores, se ha implementado en distintos centros educativos del barrio de La Isleta, también en Las Palmas de Gran Canaria y en el Lomo de la Herradura, en Telde.
En ediciones anteriores, más de 2.300 jóvenes, de 1º a 4º de la ESO, se han beneficiado de este proyecto, impartido por expertos en cada una de las materias, divididas en tres bloques temáticos: fenómenos globales: la migración; drogas y TIC.
Este año, en el que la llegada de inmigrantes a Canarias está siendo masiva —las previsiones hablan de que puede superarse el número de 40.000 a final de año, en 2006, durante la ‘crisis de los cayucos’ arribaron 31.000—, es especialmente pertinente tratar este tema con los más jóvenes. Reflexionar con ellos sobre por qué se migra y para qué, explicarles la diferencia entre un inmigrante y un refugiado y fomentar la mirada compasiva, la solidaridad, entre el alumnado. Los talleres sobre esta temática se impartieron el pasado octubre.
Por otro lado, se ha identificado que uno de los mayores riesgos que tienen los adolescentes es el consumo de drogas, no solo por la pérdida de bienestar psico-físico, también por las consecuencias sociales que acarrea este tipo de comportamientos. Por la facilidad de acceso, las drogas legales se convierten, en la gran mayoría de los casos, en la puerta de entrada al consumo, por lo que los talleres han estado centrados en detallar información, en un lenguaje propio de su edad, sobre el tabaco, el alcohol y los psicofármacos, así como sobre las consecuencias de su uso.
Finalmente, las redes sociales, de las que los adolescentes son fieles seguidores, han hecho que se pueda compartir todo tipo de información audiovisual y comentarios desde dispositivos muy accesibles para ellos. Así, tienen una gran presencia en internet no solo por lo que ellos publican sino por lo que otros comentan de ellos. Eso les crea una identidad digital que va construyendo su huella digital. Los talleres han dotado a los alumnos de estrategias para construir una identidad positiva y gestionar su huella.
“Los estibadores creamos la Fundación Belén María, que coge el testigo de la labor solidaria que llevamos haciendo desde siempre en los puertos, para mejorar la calidad de vida de la sociedad en la que estamos inmersos”, expone Maximiliano Díaz, coordinador de los estibadores de Las Palmas. “Promover un proyecto de estas características nos parece especialmente pertinente y relevante pues formar a los adolescentes para que tengan capacidad de decisión en temas que atañen directamente a su salud física y emocional, es una base óptima para la creación de una sociedad más consciente y comprometida”.
En la misma línea, Carmelo Ramírez, consejero de Solidaridad del Cabildo de Gran Canaria, explica que “es fundamental sembrar la semilla de la solidaridad en los más jóvenes, eso nos garantizará una convivencia más humana, más justa. Y la manera más efectiva de lograrlo es a través de iniciativas como esta, que permiten la implicación de estos jóvenes, en las que pueden vivir la empatía con quien sufre y los hacen sentir actores relevantes para la construcción de un barrio, de una ciudad, un país y un mundo más tolerante”.
