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La Autoridad Portuaria afirma que hay presiones de empresarios para recuperar parcela cedidas a la ciudad v La aspiración es crecer hacia el interior
El Puerto de Las Palmas necesita suelo para crecer y aprovechar las oportunidades que los conflictos bélicos europeos y en Oriente Medio y el interés que está despertando el continente africano entre los países exportadores de América suponen para su fortalecimiento y posicionamiento a la cabeza de las infraestructuras portuarias del mundo.
Así lo expresó la presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Beatriz Calzada, durante el encuentro celebrado el pasado lunes en el edificio de la Zona Franca por Prensa Ibérica bajo el lema ‘Puerto de Las Palmas: expandiendo nuestras fronteras’, en el que aseveró que no solo no ve viable que se siga cediendo espacio para la ciudad, sino que hay empresarios que presionan para recuperar suelo.
Beatriz Calzada descartó la posibilidad de que el Puerto ceder terreno de las dársenas interiores o transformar la actividad para usos blandos como ha ocurrido en el Muelle Sanapú o el Refugio en el caso de que se cumplan las previsiones de crecimiento poblacional en zonas como La Isleta. «Es algo que no está en la mente de nadie ahora mismo. Es más, si tuviéramos la posibilidad de expandirnos más internamente, lo haríamos».
Premisas
«El Puerto no está para atender la necesidad de espacio en la ciudad, sino para garantizar el abastecimiento y la conectividad de la población, y si no tenemos eso claro, cualquier propuesta o debate que hagamos va a ser erróneo», sentenció la presidenta de la Autoridad Portuaria.
De hecho, reconoció que «hay una presión dentro del empresariado» para recuperar algunas de las parcelas que ya se han cedido a la ciudad para destinarlas a uso portuario, como el suelo en el que se ubica el intercambiador de Santa Catalina y los alrededores.
Calzada abundó en la necesidad de estudiar y analizar el suelo existente y su finalidad para aprovechar bien este recurso tan limitado. «No se trata de que si hay una parcela que no se usa, cederla», sino «de ver por qué no se usa y buscar la mejor manera de que se use».
Desvíos a zonas industriales
El aprovechamiento de este suelo también pasa por la selección exhaustiva de las actividades que allí se desarrollen para ser «eficientes en los usos que vamos a permitir». La Autoridad Portuaria, explicó, ha recibido numerosas peticiones de industrias que se quieren instalar en suelo de La Luz, «pero que no tienen nada que ver con el Puerto ni con la actividad portuaria» y podrían estar situadas en ese lugar de Las Palmas de Gran Canaria o en cualquier otra zona industrial. Precisamente, lo que está intentando la institución presidida por Calzada es «que se vayan a otras zonas industriales, porque el poco suelo que tenemos debe estar destinado y tiene que tener prioridad para uso portuario».
Ceder las parcelas a empresas que podrían estar en cualquier polígono industrial, no tiene sentido para esta entidad que considera que no solo sería un perjuicio si «con lo poco que tenemos nos dedicamos a coger negocios que nada tienen que ver con el Puerto», sino que constituiría una deslealtad a las zonas industriales de la Isla.
Pendientes de algunos proyectos
Calzada avanzó que en este momento hay «un par de expectativas para algunas de esas parcelas con uso portuario y preferimos seguir esperando a que se confirmen y tenerlas vacías mientras, antes de condenarlas», ya que hay que «ser muy exquisitos en los usos que damos y las parcelas que nos quedan limpias».
Puerto-ciudad
La necesidad de suelo y garantizar los accesos al Puerto es, por otro lado, uno de los aspectos que la Autoridad Portuaria ha plasmado en la propuesta de diseño del parque Sanapú que ha chocado con la idea inicial del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
Para Beatriz Calzada, la diferencia con otros espacios puerto-ciudad con respecto es que ninguno de los demás están en «zona de entrada al Puerto» y eso supone «que por mucho que queramos que todo Sanapú, desde el centro comercial El Muelle hasta la entrada de Onda Atlántica, el Muelle Pesquero, fuese verde y peatonal, y no hubiese ni un solo metro de carretera o calle, no es posible porque esa es, precisamente, la entrada y salida al sur de nuestro Puerto».
Un puerto de la envergadura de Las Palmas, defendió la presidenta de la Autoridad Portuaria, «no se puede limitar a una sola entrada que es Belén María, porque el día que se cierra Belén María nos quedamos encerrados, y eso condiciona el proyecto». Este es uno de los aspectos detectados por los técnicos cuando empezaron a trabajar en el proyecto, junto al hecho de que el Muelle Santa Catalina condiciona el diseño porque requiere que se garantice la entrada de vehículos de gran tonelaje para mover cargas especiales que no caben por Onda Atlántica.
Beatriz Calzada afirmó que están pendientes de que el Ayuntamiento licite la construcción de las nuevas naves de Cruz Roja y el Programa Mundial de Alimentos, «que fue el acuerdo al que se había llegado en su día» y una vez que el espacio quede libre «podremos actuar desde el centro comercial hasta la Onda Atlántica para tener un espacio verde para la ciudadanía, con una oferta que sea muy atractiva y amable».
Crecer hacia el mar
Sin embargo, la aspiración del Puerto de Las Palmas no se limita solo a crecer hacia el interior de la Isla, sino que quiere seguir adentrándose en el mar para facilitar el incremento de movimiento, aumentar la capacidad de almacenaje, dar cabida a buques de gran calado y atender una industria emergente como es la eólica marina.
La ampliación al sur del Muelle Reina Sofía y el adosado permitirá ganar cientos de metros de atraque y alcanzar calados de entre 20 y 30 metros, ganando espacio de maniobra y líneas de atraque, y favoreciendo la llegada de buques de aguas profundas, «es uno de nuestros fuertes en nuestro Puerto».
Sin embargo, el objetivo a largo plazo de la Autoridad Portuaria es continuar con la ampliación del Reina Sofía y alcanzar un calado de hasta 50 metros, puesto que «los puertos con aguas profundas tienen un valor incalculable. Hemos visitado muchos puertos que podrían tener una gran capacidad de almacenaje, una gran superficie para la logística portuaria, pero no tienen calado y eso ya les limita enormemente porque no puede entrar cualquier tipo de barco».
Ampliar el calado de Las Palmas permitiría que atracaran en grandes plataformas y perforadoras, y ese potencial «hay que explotarlo», concluyó Beatriz Calzada.