El dique de San Telmo desaparecerá al ampliarse el muelle Reina Sofía

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El proyecto en el que trabaja la Autoridad Portuaria de Las Palmas para ganar 300 metros de atraque implica la eliminación del rompeolas semisumergido

El contradique fue construido en 2008 para proteger las operaciones en el muelle León y Castillo de los temporales del sur, tras modificarse el proyecto inicial del Reina Sofía por su impacto sobre la ciudad

Un pecio del siglo XVI y las quejas de la vela latina obligaron a recortar la longitud del dique semisumergido, que pasó de los 700 a los 350 metros actuales

Nunca dieron para tanto 5.000 bloques de hormigón colocados debajo del mar a las puertas de una ciudad. Intrigas políticas, un pecio que emergió de la nada, cambios de proyecto, fondos europeos, investigaciones judiciales que se quedaron en nada… El rompeolas o dique semisumergido de San Telmo desaparecerá cuando se ejecute la tercera fase del muelle Reina Sofía, cuya obra está prevista que sea incluida por la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) en su próximo plan de empresa.

La ampliación del Reina Sofía en 300 metros está pendiente aún del visto bueno de Puertos de Estado, que deberá autorizar la inversión para ejecutar dicho plan de empresa, pero el Puerto de Las Palmas trabaja en ese proyecto para ganar atraque y mejorar las operaciones en la dársena capitalina. El crecimiento hacia el sur conllevará la eliminación del rompeolas de San Telmo, cuya función principal es proteger el muelle León y Castillo de los temporales del sureste para hacerlo más funcional.

Las fuentes de la Autoridad Portuaria de Las Palmas consultadas aún no tienen decidido si ambas actuaciones se integrarán en un mismo proyecto o se promoverán actuaciones diferentes, pero sí parece seguro que el crecimiento exterior de recinto pase por desmantelar esos 350 metros de bloques situados a la altura de San Telmo.

Historia de una escollera

La construcción del controvertido rompeolas se adjudicó en 2007 por 13 millones de euros, con Emilio Mayoral al frente del Puerto de Las Palmas, y terminó de ejecutarse a finales de 2008, con Javier Sánchez-Simón ya como presidente, pero la historia de esta escollera hunde sus raíces tiempo atrás, cuando Pepa Luzardo se opuso como alcaldesa a la ampliación del Reina Sofía por su impacto visual sobre la ciudad.

El Puerto de Las Palmas, que entonces estaba en manos de José María Arnáiz, recortó el proyecto original y, para solucionar los problemas de los temporales del sur, se optó por hacer el contradique de San Telmo, que discurre desde tierra en paralelo al muelle Reina Sofía. Parte de ese proyecto original que no se hizo es el que ahora ha sacado del cajón Beatriz Calzada, con el objetivo de ejecutar la obra en su mandato para mejorar la operatividad de La Luz. 

Un recinto siempre lleno

El Puerto de Las Palmas suele tener hasta el 95% de sus muelles y pantalanes llenos durante casi todo el año. De ahí la necesidad de poner el foco en esta obra, que completará el crecimiento exterior del recinto junto al muelle Nelson Mandela, en la dársena de África. Este último proyecto está adjudicado, a expensas solo del comienzo de los trabajos.

Tanto la ejecución del Nelson Mandela como las del rompeolas de San Telmo se iniciaron el mismo año y estuvieron bajo investigación judicial, en parte por errores en los proyectos y el trasvase de bloques entre ambas obras, pero el juez de instrucción archivó las actuaciones al no apreciar responsabilidad penal.

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El dique de San Telmo, además, pasó de los 700 metros a los 350 actuales por dos motivos: el descubrimiento de un pecio del siglo XVI que obligaba a modificar el trazado original, y las quejas de los regatistas por la reducción del campo habitual de entrenamiento y de competición.