Expansión
Aunque muchas veces pasa desapercibido, el tráfico marítimo constituye un eje fundamental en la economía de un país como España, que cuenta con más de 7.900 kilómetros de costa repartidos por la Península y las islas. Nuestra posición estratégica como puerta de entrada a Europa de las mercancías procedentes del continente americano, África y Asia coloca a puertos españoles como Algeciras o Valencia entre los principales del mundo.
La relevancia de las infraestructuras portuarias se constata con cifras. El movimiento de mercancías en las 46 plazas gestionadas por Puertos del Estado alcanzó un máximo histórico en 2015, cuando pasaron por estas dársenas 502 millones de toneladas manipuladas. Esto supone un incremento de más del 4% respecto a 2014 y la superación del récord de 2007, año en el que se manipularon 483 millones de toneladas.
En 2015 también se consiguieron máximos históricos en el movimiento de graneles líquidos, en contenedores y en mercancías en general. Esta última partida, que supone cerca del 46% del total de las mercancías manipuladas, experimentó una subida del 3% el año pasado.
La ubicación de los puertos españoles propicia, además, el incremento de estas infraestructuras como plataformas logísticas para el envío de mercancías con destino a terceros países. De hecho, el 25% de las cargas que pasaron por nuestros puertos el año pasado -en torno a 118,5 millones de toneladas- lo fueron en tránsito.
El puerto de Algeciras se quedó en 2015 a las puertas de alcanzar los 100 millones de toneladas manipuladas, llegando a los 98 millones, si bien incrementó este volumen un 3,4% con respecto al año anterior. Valencia, el segundo puerto en lo que a tráfico de mercancías se refiere, superó los 70 millones de toneladas.
Máximo histórico en pasajeros, con casi 30 millones
Los buenos datos registrados por el transporte de mercancías se extendieron también al de personas. Según Puertos del Estado, el ejercicio se cerró con la cifra récord de 29,9 millones de pasajeros, un 4,2% más, impulsado por el crecimiento del 10,5% registrado por el sector de los cruceros, que alcanzó los 8,4 millones de usuarios, cifra que ha supuesto otro máximo histórico.
Los resultados relativos al tráfico regular de pasajeros ponen de manifiesto la buena salud de las líneas regulares que comunican la Península con Canarias, Baleares y los principales puertos del norte de África, así como entre las diferentes islas españolas. Trasmediterranea, que este año celebra su centenario, lideró la actividad en este segmento, donde cuenta con 21 buques, dos líneas internacionales con destino en Argelia y Marruecos y otras 17 entre la España peninsular, los dos archipiélagos y las ciudades de Ceuta y Melilla.
La compañía, filial de Acciona, transportó el año pasado 2,5 millones de pasajeros y 600.000 vehículos de pasaje, un 4% más, mejorando sus cifras en el negocio de mercancías, donde creció un 3,4% al mover 5,7 millones de metros lineales de carga. De cara al futuro, la empresa pretende seguir creciendo a través de la mejora de sus servicios a bordo y de la transformación tecnológica que ha puesto en marcha, destinada a mejorar la experiencia de compra a través de la web y el móvil, a introducir la tarjeta de embarque digital o la navegación wifi a alta velocidad a bordo.
Cruceros, un negocio en auge que ya mueve 1.200 millones de euros
En lo que respecta a los cruceros, 2015 supuso «un punto de inflexión en cuanto al patrón de ventas a última hora» que había protagonizado los últimos años, registrándose «un crecimiento de las reservas anticipadas», destaca María Jesús García, directora general de Costa Cruceros en España y Portugal. En su opinión, el sector tiene «mucho potencial de crecimiento» en la Península, pese a tratarse de un mercado «todavía joven». Según datos de la Asociación Internacional de Líneas de Crucero deEuropa, este negocio mueve 1.200 millones de euros en España, emplea a 25.500 personas y deja 20 millones de euros a los puertos en concepto de tasas al pasaje.
Durante los últimos años, numerosos enclaves nacionales se han colado en los grandes circuitos europeos. A la cabeza se sitúa Barcelona, el mayor puerto europeo y cuarto del mundo, con 2,5 millones de cruceristas en 2015, seguido a bastante distancia por el conjunto de los puertos de Canarias y Baleares. Tal como indica García, «España trabaja y aprovecha muy bien» los aspectos que valoran las navieras a la hora de incluir un puerto en sus rutas, es decir, su interés turístico y sus infraestructuras. En cuanto a las preferencias nacionales, la responsable de Costa Cruceros destaca que «los itinerarios por el Mediterráneo» siguen siendo elegidos por el 75% de los españoles, aunque «las rutas por el norte de Europa y el Caribe experimentaron un crecimiento significativo en 2015».