El contenedor que revolucionó la historia del tráfico marítimo

El Mundo

Decía el periodista y poeta uruguayo Juan Zorrilla de San Martín que «lo importante no es tener muchas ideas, sino la idea oportuna en cada caso». Y éste fue el caso de un joven camionero estadounidense, Malcom McLean, cuya idea cambió para siempre la historia del tráfico marítimo internacional y del comercio: creó los contenedores. Se le conoce como el padre de la contenedorización.

EM-Contenedor

Este invento revolucionario se remonta a la segunda mitad del siglo XX, pero no fue hasta abril de 1956 cuando se realizó el primer transporte con contenedores desde New Jersey -de donde era Malcom McLean- a Huston. Este año, en pleno siglo XXI, se cumplen 60 años de la invención de aquella caja que cambió el transporte de mercancías.

El ahorro de tiempo y dinero fue lo que impulsó a este empresario estadounidense a diseñar los contenedores. De hecho, la idea surgió cuando McLean esperaba la descarga de su camión en un puerto de Carolina del Norte y se percató de la pérdida de tiempo que suponía cargar el vehículo y descargarlo para, posteriormente, tener que poner la mercancía en la bodega del barco y emprender el viaje.

Para resolver este problema, que además incrementaba el coste de las operaciones de estiba y desestiba, McLean planteó un sistema mediante el cual la carga fuera apilada una sola vez dentro de una gran caja y ésta, a su vez, pudiera ser transportada en barcos o en camiones. Así nació el contenedor -o container, en su acepción internacional-, un negocio que crece año tras año y cuyo tráfico internacional sigue registrando datos positivos.

La consolidación del uso de contenedores fue rápido. Menos de una década después de que se realizara ese primer transporte y cuando cada naviera construía ya sus propios contenedores, la ISO (Internacional Standard Organization) desarrolló una norma en 1965 bajo la cual debían estar construidos todas estas grandes cajas destinadas al transporte de mercancías. Esta directriz establece el diseño, la capacidad de carga y las dimensiones, aunque los más usados miden 20 pies (unos seis metros) y pesan unas 30 toneladas y media.

Y es que, mientras la economía mundial continúa con sus vaivenes provocados por las recuperaciones de las economías de los países emergentes, el transporte de mercancías mediante el uso de estos contenedores ha aumentado un 2% en el último año, y se ha situado en 651,1 millones de TEUs (capacidad de carga de un contenedor normalizado de 20 pies), según datos de la empresa española iContainers. En el caso de España, el volumen de tráfico ha sido de 13 millones de TEUs.
Presente y futuro

Este buen dato se debe a la privilegiada situación geográfica de la Península Ibérica, que propicia que sus puertos sean clave en el transporte internacional, siendo el puerto de Shanghai (China) el que mayor tráfico de contenedores del mundo mueve. En España, como detalla iContainers, el puerto de Valencia fue el que más contenedores movió el año pasado, llegando a los 4.293.155 de TEUs -un 5% más que en 2014- y colocándose en el puesto 31 a nivel mundial; mientras que Algeciras y Barcelona -que acumularon las mayores inversiones portuarias en 2015- gestionaron 4.119.651 contenedores y 1,79 millones durante el pasado ejercicio.

Las previsiones siguen al alza. El transporte mundial de contenedores creció en 2014 un 5,3%, mientras que en 2015 ha aumentado en menor medida: un 2,3%. Sin embargo, algunos datos indican que el volumen de transporte internacional se incrementará hasta cuatro veces más hasta el año 2050. A ello favorecerá, además, la revolución digital que se está produciendo en la contratación de este tipo de servicios y que, por ejemplo, se puede hacer desde www.icontainers.com con el fin de que más empresas se incorporen al comercio exterior.