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«Corremos el riesgo de que muchas mercancías se desvíen porque todo es cuestión de costos»
Esther Medina Álvarez
La Federación de Operadores Logísticos y Servicios Portuarios, Oneport Canarias, está preocupada por los efectos de la implementación de las tasas medioambientales impuestas por Europa y mira con inquietud los movimientos políticos de Estados Unidos y sus posibles repercusiones en el Puerto de Las Palmas.
¿Cómo están viviendo los colectivos agrupados en Oneport la implantación de las tasas por emisiones contaminantes a los barcos que llegan a La Luz?
Nosotros pensamos que en un puerto en el que más del 70% de su tráfico en tránsito, gravarlo es matarlo o ponerlo en una situación precaria con respecto a otros competidores a los que no se le aplica esa tasa. El Puerto de las Palmas capta tráfico en base a la competitividad, pero si se le cargan con tasas adicionales se nos hace muy difícil conseguir ese volumen de tráfico internacional. Por otro lado, esto afecta también a la conectividad. Al estar en unas islas en medio del Atlántico necesitamos que haya muchas líneas con diversos puntos del mundo para abaratar nuestras importaciones y mantener un nivel normal de calidad de servicio en nuestra sociedad.
¿Qué opina que Europa quiera esperar a ver las consecuencias?
La información que tenemos es que están dejando un poco de tiempo para analizar un poco las consecuencias y ver las repercusiones, pero no hace falta hacer ningún estudio para saber que cualquier incremento de costo en un mercado, en un puerto en el que su mayor porcentaje es el tránsito, es encarecerlo. Los tránsitos vienen en base a su competitividad. Hay que ser competitivo para captar tráfico internacional y hacer que esta sea una buena base de transbordo. Si esta tasa se grava aquí y no en otros puertos de la zona, lógicamente el Puerto de Las Palmas va a perder.
¿Coincide con la Autoridad Portuaria en que Canarias debe quedar fuera de esta norma?
Oneport entiende que Canarias está en una situación estratégica importante y que tiene que quedar exento de ese tipo de gravámenes.
Un riesgo
¿Cree que las consecuencias de esta aplicación pueden revertirse en caso de que Europa decida finalmente a adoptar otra medida? ¿O se llegaría tarde?
Es que es posible que durante ese tiempo los armadores se cansen y se vayan. Normalmente un armador no se quiere marchar de un puerto, pero también tenemos la experiencia que cuando se va, no vuelve. Creo que no se debe estar jugando con estas cosas y no parece coherente. Canarias debe estar libre de esa aplicación por su situación estratégica y porque le medio de vida del Puerto de Las Palmas es el tránsito, como un hub que sirve de paso de contenedores de América para Europa, de Europa para Sudamérica y, sobre todo, con África. No podemos perder esta conectividad y dejar escapar esta oportunidad perdiendo el tiempo para evaluar unos daños que son seguros y luego, si es verdad, quitar esta tasa.
Ustedes tienen relación directa con los armadores. ¿Qué les trasladan?
Evidentemente, se está haciendo un daño y estamos corriendo el riesgo de que muchas mercancías se desvíen y muchos armadores se cansen , y si deciden irse es muy difícil recuperarlos, porque al final, todo es cuestión de costos. Si tienen puertos con mejores costos e igual servicio, se irán. Es verdad que normalmente el armador no se quiere ir de un puerto en el que está bien, pero si se le cierran las puertas es normal que se vaya. Normalmente el armador no se quiere ir, eso lo digo claro, pero si se le cierran las puertas del negocio, buscará otro sitio donde pueda desarrollarlo de una forma más competitiva. No nos olvidemos que es transbordo y le da lo mismo hacerlo aquí que en otro lado.
Efecto en la ciudadanía
Y el Puerto es la puerta de entrada y salida de las mercancías de la Isla.
No podemos perder ese tránsito, puesto que no es lo mismo que un puerto tenga importación a que tenga importación y exportación. Esas conexiones internacionales nos ayudan a abaratar nuestro consumo local porque los puertos funcionan con economías de escala y entre más contenedores tengamos aquí, más posibilidades tenemos de abaratar nuestra economía local. Y si no hay movimiento internacional, todo va a ser muy caro. Los operadores logísticos estamos empeñados en bajar los costes para el tráfico, que es lo importante, lo que nos hace ser competitivos. Y hay otra cuestión importante, que es que estamos en contra del eslogan europeo que dice que el que contamina paga, porque si un armador paga una tasa de más, lo normal es que lo revierta en el coste final de la mercancía, y al final eso quien lo paga es el canario en el supermercado.
¿Qué alternativa plantea? De alguna manera habrá que atajar el problema de la contaminación, ¿no?
Efectivamente, estamos de acuerdo que hay que atajarlo, pero no creemos que deba ser a base de poner impuestos.
Nuevos aranceles
¿Cómo? ¿Con la implantación de energías limpias o rutas más eficientes, por ejemplo?
No sé, habría que hacer algo, evidentemente, pero no creemos que sea la solución pagar una tasa que te da derecho a contaminar, porque al final no estamos solucionando el problema, sino recaudando, y desviando los barcos a otros puertos como los de África o Inglaterra, que está fuera de la Unión Europea. Debe controlarse la contaminación, pero con medidas prácticas y reales que no nos perjudiquen, y que sean mundiales.
¿Cómo ve la federación el conflicto generado entre Estados Unidos y la Unión Europea a cuenta de los nuevos aranceles impuestos por el presidente americano, Donald Trump?
Oriente, por primera vez en la historia, le ha ganado partida comercial a Occidente y hay una diferencia grande de competitividad y EEUU quiere ser otra vez ese líder mundial económico. Eso nos va a afectar porque si empieza una subida de tasas, si todo el mundo sube impuestos, el consumidor final tendrá que pagarlo y eso puede representar una crisis económica importantísima en todo el mundo.