El Puerto de Las Palmas busca consolidar el tráfico de contenedores derivados del Mar Rojo

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La terminal de Opcsa, que negocia con MSC un aumento de la producción, tiene capacidad para mover hasta dos millones de TEU anuales frente a los 800.000 actuales

El conflicto en el Mar Rojo, con centenares de buques desviados hacia el sur de África por la inseguridad para cruzar el Canal de Suez, ha puesto el foco internacional en dos puertos bien situados en el Atlántico Medio para dar servicio a todos esos barcos: Sines, en Portugal, y La Luz, en Las Palmas de Gran Canaria. En ambos opera Mediterranean Shipping Company (MSC), líder mundial en el tráfico de contenedores, que ha apostado por esta ruta alternativa para transportar mercancías entre Asia y Europa, con los puertos españoles y portugueses como aliados para realizar las operaciones de transbordo.

Doblar la producción

La terminal de contenedores de Sines, tras el efecto del Mar Rojo, está al límite de su capacidad, pero la que gestiona Operaciones Portuarias de Canarias (Opcsa) tiene espacio para doblar su producción en La Luz, incluso de llegar hasta los dos millones de TEU anuales (contenedores en unidades de 20 pies), según explican fuentes del sector.

Los acuerdos entre la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) y Opcsa para renovar la concesión 30 años más incluyen como requisito la renovación de la maquinaria obsoleta, con el objetivo de aumentar la producción de manera paulatina, pero la coyuntura internacional, con la guerra de Israel en Gaza y los ataques hutíes en el Mar Rojo, abren una nueva ventana para acelerar el crecimiento de la terminal.

Nueva oportunidad de negocio

Esa oportunidad de aumentar el volumen de negocio pasa por afianzar la posición del Puerto de Las Palmas en la ruta del Cabo de Buena Esperanza, siempre al calor de la geopolítica y de la eterna inestabilidad en Oriente Medio.

Gracias a las dos megagrúas Malacca Max, que llegaron el año pasado fruto de la renovación de la concesión de la terminal, Opcsa ha comenzado a operar en el muelle Cristóbal Colón con buques de 16.000 TEU. 

Nuevos tráficos Este-Oeste

Estos grandes barcos, que tienen entre 300 y 400 metros de eslora, suelen recoger contenedores vacíos en Las Palmas para llevarlos de regreso a Asia, completando así el ciclo de nuevos envíos de mercancía a Europa desde Extremo Oriente, entre otros mercados, como ha sucedido recientemente con el MSC Virgo, el MSC Nueva York o el MSC Annita, los tres destinados de manera habitual al comercio Este-Oeste y, por tanto, nuevos a este lado del Atlántico al navegar anteriormente por el Mediterráneo para llegar al norte de Europa a través del Canal de Suez.

Entre el miércoles y el jueves de esta semana, además, llegará a La Luz el MSC Valeria, otro portacontenedores que juega en la liga de los 16.000 TEU. Su paso por la capital revela la importancia de contar en la terminal con las Malacca Max, que permiten trabajar con estas naves al disponer de mayor alcance y capacidad de estiba. Esta infraestructura se completa con otras seis grúas de patio y equipos terrestres que también han llegado en esta remesa de materiales.

El doble de espacio que Sines

La terminal, sin embargo, tiene capacidad para ir a más e incrementar su rendimiento de manera exponencial. Abarca un espacio de 410.000 metros cuadrados, el doble que su hermana en Sines, con dos líneas de atraque: 900 metros en el muelle Cristóbal Colón, que está destinado a los grandes buques por su mayor calado, y otros 900 metros en el muelle León y Castillo, que recibe barcos más pequeños al existir menos profundidad (el dique está construido sobre el marisco con rellenos y una enorme piedra limita la capacidad de atraque). 

La congestión de Sines, en Portugal, ponen el foco internacional en Las Palmas

Dicha plataforma logística, con una rotación de carga que está entre los seis y siete días de estancia media a la semana, puede soportar hasta dos millones de TEU al año. Eso sí. Para llegar a esos números hace falta más maquinaria y personal. 

Aumentar la plantilla de estiba

Los estibadores, en ese sentido, han tenido que doblar turnos o adelantar vacaciones para afrontar el pico de trabajo del verano, y gracias a una remesa de trabajadores formados el año pasado han llegado preparados para atender los tráficos que MSC deriva del Mar Rojo.

Tanto la Coordinadora de Las Palmas como la dirección de Opcsa han mentido reuniones para reorganizar la terminal y aumentar la producción, pero la conclusión de ambas partes parece ser la misma: hace falta más maquinaria para sacarle todo el juego a esas 40.000 hectáreas de espacio, aunque se han tomado medidas para mejorar el rendimiento. 

Esta semana llega el ‘MSC Valeria’, otro gigante con capacidad para 16.000 depósitos

Tanto la Coordinadora de Las Palmas como la dirección de Opcsa han mentido reuniones para estudiar la manera de reorganizar la terminal y aumentar la producción, pero la conclusión de ambas partes parece ser la misma: hace falta más maquinaria para sacarle todo el juego a esas 40.000 hectáreas de espacio. 

La reforma de los muelles

Los dos muelles, además, están cerca de terminar su reforma, como los nuevos carriles para las megagrúas, que se han instalado por tramos para no parar la actividad de carga y descarga en el Cristóbal Colón.

La terminal suele despachar 800.000 TEU al año, pero con las nuevas grúas, que estarán operativas al 100 por 100 tras la obra de los carriles, Opcsa espera romper el techo del millón de contenedores de 20 pies.

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Potencial y empujón final en Ginebra

El margen de crecimiento, sin embargo, es mayor. Está en esos dos millones de movimientos, reto que pasa por traer más grúas y atender buques de 24.000 TEU para medirse con las principales terminales de Europa. En Ginebra, sede de MSC, han tomado nota del potencial. Falta el empujón final para llevarlo a cabo.